Zhu

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viernes, 26 de diciembre de 2014

El Decrecimiento lleva inevitablemente al Exterminio.



A finales de los 70, la tasa de reposición financiera llegó al tope máximo, ya no se podía extraer la suficiente inversión productiva de los rendimientos de la economía real productiva, en ese momento las altas esferas del Sanedrín Financiero decidieron comenzar a extraer dinero de la nada, o traerlo del futuro. Bajaron el interés a nivel 0 y bonalizaron los créditos, eso creó una gigantesca burbuja de derivados tóxicos que no ha parado de crecer. El destino inevitable de todo ello era la explosión supernóvica de tal globo de hidrógeno, solo cabía una solución momentánea: el Decrecimiento.  La burbuja se mantendría dentro de límites controlables mediante el saqueo del dinero con el que sobreviven las clases bajas, es decir un exterminio a cámara lenta y controlado. Así, comenzaron a implantar una política de “recortes”, en realidad una política así, realizada sobre una población global que ha roto las costuras demográficas significa lisa y llanamente el exterminio, no se puede volver a una economía de 1932, antes de la motorización con 7.000 millones de habitantes, cuando en esa época solo había 2.000 millones, pero no cabía otra solución si se quería mantener el  Sistema tal como es. Naturalmente los recortes comenzaron por los estados más proclives a ello; las antiguas dictaduras militares del sur de Europa. Poblaciones trabajadas por el refuerzo negativo de dichas dictaduras y poco proclives a resistir el decrecimiento, el experimento ha sido un éxito completo, Grecia, Portugal y España aceptan los recortes genocidas sin la más mínima protesta, incluso los nuevos salvadores aceptan el decrecimiento con retoque cosméticos. La experiencia del exterminio judío en centro Europa en los 40 ha sido útil, unas poblaciones urbanas y dependientes cumplirán la ley hasta las puertas del campo de exterminio, la suerte está echada.

sábado, 6 de diciembre de 2014

La Liga de los Justos o la conquista del Imbécil.



“Tratad a la masa como al más imbécil de ellos”
Joseph Goebbels.

Mi vida se apaga, mi vista se desvanece, pero recuerdo al guerrero de las urnas, el Guapo Pablo, él, con su Liga de los Justos peleando con la Oligarquía Casposa Española. Una pelea desigual, donde los saqueos y trapisondas de los de la Casposa no cuentan, sin embargo, estos cándidos guerreros de la urnera, pensaban que mostrando su desnuda realidad, convencerían al Imbécil. Los de la Casposa, desesperados y conscientes de que su credibilidad rozaba el cero Kelvin, recurrieron a una medida desesperada; había que encontrar alguna falta, algún desdoro, alguna trapisonda en el pasado de los Justos, y lo encontraron, unas facturas sin iva por aquí, un contrato sin las debidas formalidades por allá. De nada sirvió a los Justos alegar que la Casposa tenia de eso por montañas, aquí lo se jugaba era el fuero, no el huevo, el Imbécil vaciló, si todos era iguales, ¿Por qué probar con unos imberbes? Después de todo, mas valía ladrones conocidos, ese era precisamente el objetivo de la Casposa, los Justos eran débiles y cándidos, pretendían que ir con la verdad por delante bastaba, no sabían que en la política de los tribunos de la Plebe, lo que vale es engañar al Imbécil, para ello había que disponer de un selecto cuerpo de fontaneros capaces de encontrar cualquier tipo de infamia en el enemigo, falsa o real era irrelevante, lo que contaba era la voluntad de decisión del Imbécil, que como su nombre indica, es El Imbécil.